Documentos obtenidos por la publicación Motherboard revelan las tácticas de la multinacional para monitorizar a trabajadores organizados
Amazon monitoriza la presencia de sindicatos, huelgas y protestas en sus almacenes en Europa para detectar dónde podrían influir al resto de trabajadores. Lo hace a través de su centro global de Seguridad, según ha revelado la publicación Motherboard —la sección de tecnología de la revista Vice en Estados Unidos— gracias a más de dos docenas de documentos filtrados.
Entre la información publicada destaca la contratación de la agencia de detectives Pinkerton, actualmente integrada en el grupo Securitas. Según los documentos obtenidos por Motherboard, Amazon infiltró espías en noviembre de 2019 en un almacén de Polonia para investigar un posible fraude en la contratación de trabajadores. La multinacional dirigida por Jeff Bezos confirmó que trabaja con Pinkerton, pero negó que lo hiciera para vigilar a sus empleados. Y no lo hace solo en Polonia sino en más países, según ha podido saber elDiario.es. Amazon España envió su posicionamiento en este asunto tras la publicación de este artículo, incluido al final del texto.
Los almacenes españoles son objeto de vigilancia, igual que los de Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Polonia, Austria, la República Checa y Eslovaquia. El centro analiza los “riesgos de seguridad” dividiéndolos en varias categorías. Por un lado están las de delitos, extremismo y terrorismo; por otro, las de “ambiente operativo”. Esta última categoría incluye la presencia de sindicatos, protestas y manifestaciones en los lugares donde Amazon tiene o prevé tener presencia.
El riesgo en “ambiente operativo” puede ser “insignificante”, “bajo”, “moderado”, “alto” o “crítico”, lo que implicaría “una alta posibilidad de que la amenaza impacte a los socios de Amazon o la continuidad de su negocio”. La amenaza, se entiende, es la organización laboral. Motherboard explica que los documentos del centro de seguridad llegan por email a todos los empleados del departamento, que reciben detalladas actualizaciones sobre las actividades sindicales. Incluyen el número de asistentes a cada protesta, el grado de seguimiento de las huelgas y hasta si se reparten panfletos.
El centro global de Seguridad está en Seattle, en la sede central, y en él trabajan antiguos analistas militares, según Motherboard. No es el único departamento para el que Amazon contrata veteranos del ejército. Ahora mismo, la empresa tiene abierto un proceso de selección para antiguos “líderes militares” españoles, a los que enseña a convertirse en directores de operaciones. Otras actividades de inteligencia citadas por el medio incluyen la creación de falsos perfiles en redes sociales. Estos estarían dedicados a investigar a los empleados que lideran protestas y a infiltrarse en grupos de Facebook.
El sindicato UNI pide a Europa una investigación
Amazon tiene un largo historial de conflictos laborales. En España, los sindicatos del almacén de San Fernando de Henares (Madrid) llevan años batallando para que no se les imponga el convenio sectorial, peor que el convenio de empresa que tuvieron hasta 2018. Durante las protestas en este centro hubo cargas policiales. Amazon pretendió, incluso, que la policía entrara en el centro para sabotear la huelga, según informó El Confidencial.
Además, el pasado mes de septiembre se supo que Amazon buscaba dos analistas de inteligencia entre cuyas tareas estaría la “monitorización de amenazas”, incluyendo la organización sindical. La empresa pedía a los candidatos que dominaran el francés y el español. El sindicato UNI, que representa a trabajadores del sector servicios, envió entones una carta a la Comisión Europea alertando de la actividad de espionaje de la empresa y exigiendo una investigación.
“Ya sea en almacenes, coches de reparto u oficinas, estamos orgullosos de apoyar a los miles de trabajadores de Amazon que quieren que la compañía sea más responsable y que defienden sus derechos. Por esta razón, pedimos a la Comisión que investigue las actividades potencialmente ilegales hacia los trabajadores europeos de Amazon”.