El pasado año se planteó por fin en el Congreso de los Diputados y en medios de comunicación la cuestión de las enfermedades mentales, un tema que todas las trabajadoras y los trabajadores en el IVASS tenemos muy presente. Nos parece muy interesante que se abra este debate porque en muchas ocasiones no se ha visualizado la problemática que acarrean este tipo de enfermedades y lo consideramos muy adecuado porque en nuestros centros de trabajo hemos detectado un aumento considerable de compañeras y compañeros que se encuentran precisamente de baja laboral por esta dolencia.
El IVASS es una empresa pública que hasta ahora se ha dedicado al cuidado y atención de personas con diversidad funcional en residencias y pisos tutelados y que está previsto que en breve pase también a gestionar centros de menores. De hecho, si bien el aumento en toda la sociedad de las enfermedades mentales como consecuencia de la pandemia ha sido evidente y en el sector socio sanitario es sabida las secuelas de aquellos momentos tan duros entre la clase trabajadora de centros sanitarios, residencias o centros de mayores, también en el segmento social al que atiende el IVASS, el cambio sustancial en la organización del trabajo ha ocasionado trastornos en la plantilla, quedando muy afectada por estos años de la COVID-19. Aquí cabe recordar que nuestros usuarios son muy sensibles a cualquier tipo de cambio y que por ello los confinamientos, la creación de grupos burbuja, la imposibilidad de ver a sus familiares o el hecho de que sus cuidadoras de referencia fueran vestidas con epis y mascarillas ha sido para ellos una perturbación y una dificultad añadida a nuestro trabajo.
Sin embargo, pensamos que la pandemia no es la única causa del aumento de los casos de ansiedad y depresión en el IVASS, con centros donde se han dado brotes severos entre los trabajadores y habría que analizar bien las causas que han generado este problema para poder erradicarlo.
Las cuidadoras/es son un colectivo que lleva años acusando enfermedades musculares ya cronificadas debido a la dinámica de nuestras tareas (tradicionalmente las lesiones y enfermedades laborales han sido problemas asociados con la espalda y con el túnel carpiano), pero a ello hay que añadir que, en los últimos tres años, están sobrellevando un organigrama que no permite el descanso necesario para poder desconectar debidamente como correspondería.
Desde CGT pensamos que este personal de atención directa del IVASS, con tareas físicas tales como levantar, mover o efectuar cambios posturales a los usuarios, con cargas importante de trabajo mental, ya que permanecemos siete horas en salas con entre doce y quince residentes, cada uno con sus peculiaridades y, dado que somos el personal más cercano a los usuarios, con una labor que se realiza 365 días al año, 24 horas al día mediante tres turnos de trabajo, debería incorporar cambios que afectaran a la organización del trabajo con unas planillas que permitan descansar dos días seguidos a la semana y no como hasta ahora que en muchas ocasiones descansamos tan solo uno y un fin de semana al mes, lo cual dificultad enormemente la conciliación y potencia el aislamiento social que esto acarrea. La solución pasa por una reducción del cómputo anual a los trabajadores de los centros con horarios de lunes a domingo y por supuesto, con un aumento de plantilla que haga viable esta opción.
La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas quizá debiera cuidar a este colectivo de trabajadoras y trabajadores considerados esenciales que empieza a estar agotado, se siente desatendido y necesita para desarrollar su quehacer diario de manera adecuada un descanso que no les haga enfermar. También debería plantearse la Conselleria si con más de sesenta y cinco años se puede seguir realizando este tipo de trabajo.
Sección Sindical de CGT-IVASS.