Nota de prensa
La Confederació General del Treball del País Valencià señala la sistematización del acoso moral en los centros de trabajo como arma del empresariado para evitar una acción sindical efectiva
Tal y como la delegada miembro del Comité de empresa de Grupo Champion (Carrefour Arena de Valencia) y afiliada a CGT-PV, M.C.M.C., refleja en el texto de su denuncia ante la compañía por acoso moral, el mobbing responde a “toda conducta, práctica o comportamiento, realizado de modo sistemático o recurrente en la relación de trabajo que suponga, directa o indirectamente, un menoscabo o atentado contra la dignidad del trabajador, al cual se le somete emocional y psicológicamente de forma violenta u hostil, y que persigue anular su capacidad, promoción profesional o permanencia en el puesto de trabajo, afectando negativamente al entorno laboral”.
El acoso moral a la representante sindical comenzó en el mes de febrero de este año con una escalada de acciones irrespetuosas, mala praxis, conductas autoritarias vulneraciones de la ley de Prevención de riesgos laborales, etc. El sindicato relaciona estas actitudes con la significación de la delegada como representante de la plantilla en el Comité de empresa por la CGT.
Así, la trabajadora solicitó en reiteradas ocasiones el cese de estas prácticas y en los sucesivos meses dio parte por escrito de los hechos. Sin embargo, lejos de intervenir para garantizar unas condiciones de trabajo dignas, la gerencia sostuvo ante la empleada que debía “aguantar las críticas y el mal ambiente”, alentando de hecho el acoso laboral. Y no sólo eso, sino que ante la solicitud de M.C.M.C. de traslado de empresa y centro de trabajo a Carrefour Paterna por haberse vuelto insoportable la situación, Recursos Humanos denegó la petición y se inhibió de los hechos denunciados.
Finalmente, la afectada optó en el mes de mayo por llevar adelante denuncia interna por acoso. En consecuencia, Carrefour Arena debe iniciar de inmediato el protocolo correspondiente.
En este sentido, la CGT-PV manifiesta la necesidad social de que los trabajadores y trabajadoras sean conscientes de cuándo alguien es víctima de mobbing, de que la solidaridad como clase se priorice entre la plantilla, de que se pongan límites rápidamente a estas conductas y de que se sea consciente de que la acción colectiva y organizada es la más eficaz para parar estas prácticas.
Cabe señalar que, tras la oleada de despidos acometidos en los últimos años, el siguiente paso es, si no se actúa para evitarlo, acabar con la capacidad de lucha de los trabajadores más combativos, en su mayor parte afiliados o representantes sindicales. El propósito final es someter las plantillas a las condiciones socioeconómicas más rentables para la patronal.
Gabinete de Prensa CGT-PV
Valencia, 3 de junio de 2016