CGT rechaza firmar la reestructuración de plantilla acordada hoy en la Universitat de València por no ser una medida para mejorar el servicio público sino un recorte en las condiciones laborales
Nota de prensa
La modificación de plantilla aprobada este viernes 23 en la Mesa Negociadora con el apoyo de UGT, CCOO e Intersindical Valenciana y el voto en contra de CGT, conllevara casi medio centenar de traslados, muchos de ellos forzosos, del Personal de Administración y Servicios (PAS), que desarrolla su trabajo en las unidades afectadas por la reestructuración
Durante estos últimos cuatro años, la Universitat de València, como otras administraciones públicas, ha sufrido toda una serie de recortes presupuestarios y, sobre todo, la aplicación de medidas elaboradas desde el gobierno estatal y autonómico, en manos ambos del Partido Popular, como la tasa de reposición cero y el nulo crecimiento de los gastos en personal para poder cumplir los objetivos de déficit marcados desde la Unión Europea. Estos nefastos mecanismos de ajuste presupuestario han deteriorado tanto los servicios universitarios que en muchas unidades es difícil desarrollar la gestión cotidiana al no poder cubrir las vacantes de personal producidas por jubilaciones y tener escaso margen de contratación para enfermedades, etc.
En este contexto restrictivo, la Gerencia impulsó por mandato del actual equipo rectoral un estudio sobre cargas de trabajo que se inició hace tres años. A lo largo de este periodo, la sección sindical de la CGT-PV en esta Universidad ha ido constatando cómo el estudio, en principio necesario para equilibrar las cargas de trabajo entre centros y departamentos, iba desarrollándose pero sin tener en cuenta toda la realidad laboral de dichas unidades. En el último año y medio esta sección ha ido objetando y pidiendo la constitución de una Comisión Técnica para aportar una visión sindical sobre dicho estudio y evitar así perjuicios a la plantilla. Finalmente la Gerencia, solo permitió entrar a negociar la aplicación del estudio que se materializa en la mayor modificación de plantilla jamás realizada y, por tanto, en el pretexto necesario para poderla llevar a cabo.
Esta enorme modificación de plantilla aprobada hoy, tras un mini proceso de negociación de diez días, insuficiente para la envergadura de cambios que supone en la actual estructura de unidades económico administrativas de esta universidad pública, ya que afecta casi a un 65% de la plantilla actual de PAS, en concreto 753 puestos sobre un total de algo más de 1500 trabajadores y trabajadoras, y va a suponer un mayor deterioro en la gestión ordinaria que se realiza dados los cambios propuestos.
La modificación supone cambios estructurales importantes al eliminar estructuras de gestión departamentales, fusionar otras y realizar un ajuste de plantilla considerable que conllevará, por tanto, traslados del personal afectado.
Estos traslados de puesto de trabajo van a ser, en muchos casos, forzosos ya que la modificación aprobada no recoge la posibilidad de que los puestos de trabajo reasignados estén en los mismos centros y unidades donde están actualmente. Con estas consecuencias en muchas unidades de gestión se incrementan las cargas de trabajo, por tanto, se empeoran las condiciones actuales y esto conllevará un deterioro del servicio público que se realiza.
Paradójicamente muchos de los departamentos afectados, que llevan años bajo mínimos estatutarios, no modifican su estructura docente en este instante y siguen un proceso más ralentizado, por lo que siguen conservando la misma gestión y todos los cargos académicos como si no hubiera ningún tipo de reestructuración del personal. Esta diferencia provocara situaciones muy complicadas de gestionar en el día a día que se irán alargando cuanto más tiempo tarde en producirse la unión total en la estructura departamental.
Con esta línea en la aplicación de políticas de personal se acepta, por tanto, la aplicación de los recortes que se han ido produciendo durante todos estos años en la universidad pública, puesto que la raíz del problema, reconocida por el propio Rector, no es otra que el colapso en el funcionamiento de muchas unidades administrativas que aún esperan la finalización de los procesos de promoción y de la oferta de empleo público aprobada en 2011. El cierre de estos procesos ha sido incorporado paralelamente a la modificación de plantilla aprobada hoy, para mayor complicación, en su desarrollo para estos próximos meses. La constitución de una comisión de seguimiento entre la parte sindical y la Gerencia que pueda estudiar las consecuencias negativas que se van a producir, entre otras cuestiones, es lo más destacable del mínimo proceso negociador realizado, siempre y cuando sea constituida de inmediato para analizar un proceso que seguirá abierto hasta recoger a todas las unidades de gestión donde el PAS desarrolla su trabajo, incluidos aquellos servicios donde existen empresas privadas realizando parte de la gestión diaria.
Desde esta sección sindical creemos que tanto las organizaciones sindicales firmantes como el equipo directivo de esta universidad tendrían que plantear más seriamente los actuales problemas de gestión y de falta de personal al nuevo poder político de la Generalitat ya que ha manifestado, en principio, tener mejor voluntad para apoyar el servicio público que se desarrolla. En ese camino además coincidiríamos con la opinión expresada durante estos años por la mayor parte de la comunidad universitaria en su lucha por una universidad pública, social y de calidad.
Sección Sindical CGT-Universitat de València
Valencia, 23 octubre 2015
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