La Confederación General del Trabajo, a través de la Secretaría de Acción Sindical y Salud Laboral, ha mantenido una reunión con la Fiscalía especializada en siniestralidad laboral para trasladar la preocupación por el aumento de fallecimientos en entornos laborales, y ha hecho especial hincapié en el incremento de muertes desde que entraron en vigor las dos últimas Reformas Laborales de 2010 (PSOE) y 2012 (PP).
Según la organización anarcosindicalista, las cifras de estas muertes han marcado su máximo histórico en el año 2018, datos que se incrementaron en 2019 y 2020 a pesar de existir una menor actividad tras la aparición de la pandemia de Covid-19. Estos números han situado en 700 las personas trabajadoras fallecidas en un año. Por otro lado, CGT ha trasladado su preocupación por la falta de recursos por parte de la Inspección de Trabajo, una realidad que imposibilita su actuación, especialmente en aquellas empresas o sectores que tienen una menor representación sindical, como es el caso de buena parte de las subcontratas o de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT).
Por su parte, la Fiscalía ha expuesto a los anarcosindicalistas su voluntad de diálogo y colaboración para que estas cifras se reduzcan, y también su deseo de aumentar los medios materiales y humanos en las distintas administraciones donde más urjan.
CGT ha explicado, a través de un comunicado, que también se han tratado otros asuntos importantes que afectan a las condiciones laborales de muchas personas trabajadoras, como la problemática de los coeficientes reductores, la alta siniestralidad laboral en el ámbito de las temporeras o cuestiones relacionadas con los riesgos psicosociales, sin olvidar la relación entre temporalidad y accidentes de trabajo.