Hacia el pasado día 3 de mayo, 37 técnicos del recientemente constituido “Instituto Valenciano de Administración Tributaria “ (IVAT) recibieron notificación de que cesaban en sus puestos de trabajo con fecha 16 del presente.
Esto crea un precedente peligroso a nivel de la Administración, ya que un despido masivo de interinos de este tipo no se ha visto en esta Administración nunca, y estamos hablando de que aproximadamente el 50% del personal de la Generalitat Valenciana está en esta situación laboral.
Pero es también un escándalo a nivel nacional. Estos técnicos se encargaban fundamentalmente del cobro de impuestos de medianos y grandes defraudadores, y se han dejado sobre sus mesas cientos de expedientes pendientes de liquidar que nadie en esta Consellería va a poder avanzar. Esto supone que la Consellería de Hacienda Valenciana ha parado su propia maquinaria generadora de ingresos. Durante los 2-3 meses que pueden pasar hasta que se cubran tan solo 12 plazas de nivel inferior estamos hablando de millones de euros que se dejan de recaudar, al caducar los procedimientos ya abiertos y prescribir los expedientes. Todo eso con la consabida situación de cuasi quiebra, necesidad social, impagos a proveedores y reclamación constante de mayor financiación y liquidez al Estado.
¿Y por qué ha hecho la Consellería de Hacienda, o lo que queda de ella tras la creación del IVAT, este señudo movimiento?. A primera vista estos despidos son debidos a un interés por parte del nuevo gobierno de amortizar sus plazas de tipo A1, y crear puestos similares A2 que hagan el mismo trabajo por menos dinero. Además sería un movimiento calculado en represalia a que en meses pasados los Técnicos de Hacienda fijos que tenían el nivel A1 consiguieron que les subiesen el complemento retributivo, movimiento que fue denunciado por los interinos. Esta maniobra tiene un efecto mayor que el lucro, ya que al amortizar las plazas de Técnico Tributario existentes se crea de facto dos grupos diferenciados en la escala, lo que asegura al grupo promocionado el control de la política de cobro de tributos durante años.
Pero volviendo al tema laboral, el cuadro del abuso queda más completo si recordamos que los interinos de la Generalitat Valenciana sufrieron un recorte de un tercio de su salario y tiempo durante dos años como contribución forzada a la situación de recortes que se supone tenemos. Bonita manera de agradecer los sacrificios prestados. Y no podemos dejar de preguntarnos…¿es también una manera de meter el miedo en el cuerpo a los trabajadores públicos para seguir actuando como les plazca?. Nos tememos que también. Reclamamos que estos interinos que se han dejado la piel para hacer el mismo trabajo en un tercio menos de tiempo sean readmitidos en el nuevo cuerpo que se va a crear o similar, y una OPE sin notas de corte abusivo que les permita consolidar su puesto de trabajo. Seguramente los interinos de todo el estado tomarán buena nota de la actitud del gobierno del PSOE ante estos trabajadores cara a las elecciones. Aunque es un proceso gestado por el PP.
Con una burocracia excesiva, cara para el contribuyente, un gasto descontrolado, sobre todo en sueldo de cargos, un desprecio importante a los sistemas oficial de provisión de puestos de trabajo en general y de de jefaturas en particular, el congelamiento de sueldos de la tropa suavizado un complemento de carrera profesional sospechoso y manipulable, la inclusión forzada de mutuas de trabajo, pensiones privadas o empresas públicas donde desaparece el dinero impunemente, los nuevos poderes fácticos parece que quieran asegurarse que ningún funcionario denuncia nada ya que “todo puede pasar”. Cierto, todo puede pasar, incluso que este dormido pueblo invente su “Fuenteovejuna” del siglo XXI.
Maria Jesus Casado Sanz
Secretaria de Accion Sindical. Sindicato de Administración Pública CGT-Alacant
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