Artículo de opinión del compañero de CGT-Murcia
En el caso de la Región de Murcia, la familia Fuertes, encabezada por Tomás Fuertes y dueña, entre otras de la empresa ElPozo Alimentación, ha recibido desde 2008 la friolera de 5,6 millones de euros. Según publica La Crónica del Pajarito las empresas de Tomás Fuertes subvencionadas han sido Cefu con 2.746.148 euros, Agrifu con 1.356.019 euros, ElPozo Alimentación con 1.333.440 euros y Profu con 181.434 euros.
Si analizamos los requisitos necesarios para recibir la ayuda familiar por agotamiento de la prestación contributiva, es decir, el paro, vemos que resulta indispensable tener responsabilidades familiares (una o más personas a cargo) y que las rentas de todas las personas que componen lo que llaman “unidad familiar” no superen la media individual de 530,78 euros al mes. No se considerará familiar a cargo de la persona solicitante aquel o aquella que tenga ingresos superiores a los 530,78 euros al mes. Si tu cónyuge (las parejas de hecho no tienen este “derecho”) cobra 531 euros al mes, no hay ayuda familiar. Este tipo de medidas son las que hacen posible que el 44,3% de las personas paradas no reciban ninguna prestación.
Ahora bien, parece ser que algunas empresas no necesitan sortear estas yincanas normativas y mucho menos se les tiene en cuenta las contabilidades de sus diferentes empresas. ElPozo Alimentación tiene millones de beneficios todos los años, pero ha recibido más de 1,3 millones de euros de subvenciones. Por si no fuera suficiente Tomás Fuertes, su propietario, tiene un capital de 1.000 millones de euros según publica la revista Forbes. Es la persona más rica de toda la Región de Murcia y sus empresas son subvencionadas con 5,6 millones de euros. Aguanta!!!
Bien es cierto que las subvenciones agrarias se deciden en el ámbito europeo y las prestaciones como la ayuda familiar las decide cada Estado, pero no es menos cierto que todo el dinero sale del mismo bolsillo, es decir, de los impuestos que pagamos todas las personas.
Se trata de subvencionar la opulencia para fomentar la precariedad. Servicios públicos raquíticos que no cubren las necesidades básicas, altas tasas de paro y bajas o nulas prestaciones constituyen la columna vertebral de este sistema organizado por una clase económica y política que se entremezcla hasta resultar imposible diferenciar.
José Pascual Rubio