La subida a 950€ del SMI pactada por el Ministerio de Trabajo, los sindicatos del régimen y los empresarios, sitúa a éste en 13.300€ brutos al año, y no refleja otra cosa que la continuidad de las clases asalariadas en una situación de injusticia social, pues si se cumpliera la Carta Social Europea (firmada por el Estado Español), como es obligatorio, la cual establece que el SMI debe ser al menos el 60% del salario medio de este estado, supondría que el SMI debería ser al menos de 1.113€ al mes.
Esta renta salarial mínima de 1.113€ al mes, viene siendo reivindicada por el movimiento de Pensionistas desde hace ya más de cuatro años: pensiones mínimas para todos y todas de esta cantidad, a la vez que exigen un salario mínimo de 1.200€ demostrando que el movimiento en la calle, es la única garantía de que ciertas reivindicaciones (SMI y Pensiones Mínimas…), puedan ser alcanzadas y en consecuencia legisladas.
Nuestro SMI, sigue muy por debajo, no solo de lo “establecido” en la Carta Social Europea, sino del SMI de los estados de la U€, con “economías” parecidas a las nuestras.
¿Por qué suceden estas diferencias, estas desigualdades y la injusticia social sigue el camino marcado por el neoliberalismo? Las razones son concretas y las explicaciones sencillas: Desde la primera década del siglo XXI, se han producido unas políticas anti obreras y anti derechos públicos (Reformas Laborales, Reformas de Pensiones, Reformas Servicios Públicos…), es decir, se ha legislado en contra del interés general y a favor del capital.
Estas reformas han supuesto para el mundo laboral, unas pérdidas de rentas del trabajo de 64.500 millones de euros, lo que es muy serio, pues cada persona trabajadora ha dejado de ingresar 3.200 euros al año. Y estas rentas “sustraídas” han recalado directamente al Beneficio Bruto de Explotación, es decir, a los dividendos empresariales. Esta subida del SMI viene más provocada por las exigencias del capital que por una aspiración real y efectiva de Justicia Social para todas. Recordemos que este atraco al poder adquisitivo de las personas es tan flagrante que ha provocado una disminución del consumo y por lo tanto está ahogando la economía. Estos términos que son los únicos que entiende el capitalismo, han alarmado tanto a la OCDE, que ella misma ha recomendado al Gobierno en funciones la subida salarial en mayo del año pasado.
También la OIT en su último informe mundial acerca del trabajo, sus derechos, sus rentas, sus mejoras o su empeoramiento, ”ha puesto este lunes el foco en la «enorme» caída de las rentas del trabajo en España, en favor de las del capital, respecto al Producto Interior Bruto: han pasado de suponer el 66,6% en 2009 al 61,2% en 2017.”
Las personas trabajadoras “fastidiadas o empobrecidas o precarizadas”, sean activas, medio activas o simplemente desempleadas, suponen en el Estado español 5,4 millones de personas subempleadas: 3,3 millones de desempleadas, a las que se suman 1,2 millones de personas que tienen trabajo pero quieren trabajar más horas y 900.000 más que no tienen un empleo y quieren uno, pese a que no cumplen las condiciones para ser consideradas paradas (OIT). Y añade…»como consecuencia, la medida integral de subutilización total de la fuerza del trabajo fue del 23%, sustancialmente más alta que la tasa de desempleo convencional» (14%).
Al igual que para las mujeres, para las personas jóvenes los datos de desempleo son mucho más alarmantes: alcanzan a la mitad, con una tasa de subempleo del 48%. «Solo una de cada dos personas de 15 a 24 años que tenían interés en trabajar tenían un trabajo o suficientes horas de trabajo».
Desde CGT, creemos que es hora de acabar con los tiempos del empobrecimiento, del vaciamiento de Derechos en el modelo de relaciones laborales, de la sobre explotación y explotación de millones de personas asalariadas que son tratadas como mercancía de usar y tirar; de las falsas promesas de las políticas sociales que no resuelven la Injusticia Social, y de las políticas fiscales y económicas que sí aseguran la tasa de ganancia y los beneficios del capital y estructuralizan que la riqueza cada vez se concentre en menos manos y la Desigualdad sea ya el primer problema en las sociedades actuales, habiendo quebrado la cohesión social… Esos tiempos deben ser finiquitados y tenemos que exigirlo en la calle, para restituir Derechos Laborales y Sociales y poder tener una Vida Digna todos y todas.