El 28 de septiembre, sobre las 17:30 horas, se producía un nuevo vertido desde las instalaciones de la planta de tratamiento de residuos peligrosos de Reyval. Un camionero detectaba que su camión perdía adherencia a la altura del muro que linda con el camino viejo a San Juan de Moró, en la partida Santa, justo debajo de la planta, a causa de un líquido con espuma.
Tras la llamada del camionero, se desplazó una unidad de la policía local que comprobó que el líquido vertido provenía de dos de los aliviaderos de la planta de tratamiento de residuos de Reyval y que cruzaba el camino hasta fincas lindantes con el mismo, generando una espuma densa.
Acto seguido se comunica a la policía autonómica los hechos y una patrulla se personaba en el lugar sobre las 19 horas. Tras una primera inspección visual, la patrulla entró en la empresa para conocer el origen del vertido, que se detectó en una trapa inundada por el agua de la caldera -según un trabajador de la empresa-.
La empresa limpió el camino afectado con sepiolita, sin que se hiciera nada con lo vertido a la finca colindante donde desagua el camino afectado.
Es uno más de los episodios de contaminación por vertidos de esta empresa en el mismo lugar, debido a que la autorización de que dispone permite verter las aguas pluviales al camino, lo que provoca que por este sistema de evacuación acaben vertiéndose residuos líquidos peligrosos al camino y a las fincas colindantes.
Es necesario pues una revisión de las autorizaciones de vertido para evitar que algunos de los residuos líquidos peligrosos que gestiona esta empresa acaben en Dominio Público Hidráulico, infiltrándose al acuífero a través del suelo.
Desde la Plataforma siempre hemos exigido un mayor control de la gestión de los residuos peligrosos en esa planta de gestión de Reyval, una revisión de cómo se realiza y si se cumplen los requisitos exigidos en la AAI concedida.
Hace un año y nueve meses que no se realiza una inspección en la planta. Se lo hemos pedido al ayuntamiento, al de antes y al de ahora, se lo hemos pedido a la DGCA, a la de antes y a la de ahora, sin que ninguna de las administraciones la haya realizado.
Este vertido demuestra lo que venimos diciendo desde hace 15 años: si no existe un control continuado de las actividades de las empresas contaminantes, sobre todo de las que gestionan residuos peligrosos, acaban produciéndose vertidos y emisiones que afectan el aire y el agua subterránea o los suelos. El ejemplo lo tenemos con la contaminación que hace mas de tres años se viene detectando bajo el suelo de la planta de tratamiento de residuos peligrosos de Reyval, que, según las analíticas, supera hasta 30 veces los niveles permitidos para el plomo. Las administraciones no pueden permitir que esto siga sucediendo.
Es todo ello un motivo más para acudir a la manifestación que tendrá lugar el día 17 de octubre en l’Alcora y exigir de jueces y autoridades la protección de la salud y el medioambiente que lo es de todos.
Plataforma Ciutadana No a la Contaminació/Asamblea Ciutadana No a la Incineradora
La foto adjunta es la mañana del 29 de septiembre.
