La patronal bancaria continúa con sus insaciables planes de reconversión del sector que, en busqueda de nuevos ahorros de costes, anuncian una destrucción de empleo de varias decenas de miles de puestos de trabajo, cierres de oficinas, eliminación de entidades,… Todo ello mientras las plantillas se ven totalmente desbordadas para atender la carga de trabajo actual que nos condena a la realización de millones de horas extras ilegales que se realizan sin ser compensadas, retribuidas ni cotizadas a la Seguridad Social.
Mientras todo esto sucede, mientras escondemos nuestra cabeza esperando que el temporal pase sin que nos afecte personalmente, miles de puestos de trabajo desaparecen y tarde o temprano nos veremos afectados por el oportuno ERE, donde junto a las tan “ansiadas prejubilaciones para el personal de mayor edad”, nos encontraremos con miles de trabajadores y trabajadoras, de menos edad, despedidas con importes irrisorios, quienes se verán abocados a la precariedad condenados al desempleo o al acceso a puestos de trabajo con retribución mínima, temporales, jornadas parciales, etc.
Los sindicatos mayoritarios, lejos de enfrentarse a esta situación, colaboran con los planes descritos firmando un ERE tras otro, sin cuestionar sus causas. Tras unos primeros momentos donde claman ante las inaceptables propuestas de la dirección de turno, una vez tras otra estampan su firma en los continuos despidos colectivos que se les presentan, apoyando los mensajes de la patronal bancaria sobre excedentes de personal, falta de beneficios, etc. Negando que tras la ejecución de cada ERE la plantilla que sobrevive está condenada a prolongar la jornada ilegalmente para realizar su trabajo más el del personal despedido.
Pero la realidad es contundente y ante tan lacrimosos mensajes hay que recordar que el sector de banca en España tendrá unos beneficios de más de nueve mil millones de euros en el tercer trimestre y que buena parte de dicho resultado se debe al esfuerzo realizado por las y los trabajadores de banca, por lo que no podemos consentir que se nos pague con despidos, traslados o rebajas de condiciones injustificadas.
En nuestras manos está poner fin a esta terrible situación. No podemos continuar mirando hacia otro lado cada vez que prolongamos nuestra jornada laboral sin registrar el exceso realizado, sin compensarlo, sin reclamar su pago y cotización. Con estas actuaciones estamos colaborando en la destrucción de nuestros puestos de trabajo, en aumentar el número del personal afectado en el próximo ERE, en el deterioro de nuestro sistema de pensiones, dificultando la creación de nuevos empleos y empobreciendo la sociedad en la que vivimos.
Menos beneficios y más empleo fijo
La solución: registrar y compensar las prolongaciones de jornadas
CGT Banco Sabadell