Sin poder desconectar y con el PC en el salón: la ansiedad laboral crece por el teletrabajo
Muchos trabajadores ya no diferencian entre espacio de trabajo y lugar de ocio en sus casas.
Muchas de las condiciones que contrae trabajar desde casa han provocado que éste -el trabajo- se haya convertido en la mayor de las preocupaciones personales, así lo ha revelado un estudio.
El espacio utilizado para desempeñar la ocupación profesional, en su gran mayoría el mismo que se destina a actividades de ocio, y la extensión de una jornada, que ya de por sí satura, ha provocado que se haya disparado la ansiedad laboral, como han reconocido un 90% de los trabajador@s.
Las condiciones laborales influyen directamente en la calidad de vida de las personas y el teletrabajo tampoco parece ser la fórmula que garantice el bienestar de la salud. El trabajo telemático ha ahondado en problemas que no eran tan evidentes desde antes de su imposición. Por ejemplo, se han incrementado las desigualdades de género y de clase en el hogar, y, en muchos casos, también ha servido para ampliar las horas que los trabajadores empleaban a su trabajo.
Para aquellos que no disfrutan de una casa amplia con habitaciones más que de sobra; el salón o, incluso, la propia habitación se ha transformado en lo que antes de la pandemia se conocía como oficina. Su uso ha ocasionado que se distorsione su verdadero cometido y que, por ende, ya no se disfrute de estos espacios por su razón de ser. La todavía lejanísima opción de incorporarse a la oficina para desarrollar la tarea profesional ha acrecentado el estrés laboral, ya que el sentimiento más general es que se vive por, para y dentro, nunca mejor dicho, del trabajo.
Además, las jornadas se han visto ampliadas. Desde que se teletrabaja, los empelados hacen de media 10 horas diarias, frente a las 8 que se trabajan de forma presencial. Bloomberg evidenció este indicio apuntando que se han detectado puntas de actividad nunca antes vistas, por ejemplo, de madrugada. Los horarios entrada también se han visto modificados, y es que a las 09:00 de la mañana se produce el pico de los correos electrónicos laborales.
Todo ello ha conllevado a una ‘explosión’ del estrés laboral, reconocido como una enfermedad por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Concretamente se le denomina Burnout’ o ‘desgaste profesional’, vinculado a la incapacidad de desconexión.
Durante este año, el número de personas que padecen este trastorno se ha disparado hasta un 75% en comparación con los datos de 2019, cuando fue del 60%. Los empleados españoles que afirman vivir inmersos en una cultura ‘always on’ en su trabajo ha ascendido un 10% más desde comienzos de año y un 7% por encima respecto abril.
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