No a las masacres en las fronteras europeas
Desde la Confederación General del Trabajo alzamos nuestra voz de nuevo contra las políticas migratorias de la Unión Europea que externaliza sus fronteras a países que no respetan los Derechos Humanos, como Turquía y Libia, que llevan años privando de su libertad a personas y familias.
Los medios de comunicación generalistas, mientras tanto, normalizan la cifra diaria de personas que mueren en el Mediterráneo como consecuencia de estas políticas de la Europa-Fortaleza. Ayer falleció otro niño ahogado al hundirse una embarcación por la acción violenta de las patrulleras griegas.
Denunciamos igualmente la privación de libertad en condiciones infrahumanas de las personas solicitantes de asilo político en Grecia y la violencia de Estado ejercida por las fuerzas de seguridad griegas. La libertad de movimiento es un derecho inalienable para todas las personas, así como el acceso a la salud pública, la educación, la vivienda. Grecia y Hungría acaban de suspender el Derecho al Asilo, que es un derecho humano fundamental que no se puede suspender bajo disculpas injustificadas. De nuevo, la violencia de Estado se ceba sobre las personas más vulnerables que escapan de la violencia de sus lugares de origen para salvaguardar sus vidas.
La VergÜEnza de las durísimas imágenes que hemos visto de personas atrapadas entre dos fuegos en la frontera turco-griega, muchas de ellas niños que están siendo duramente reprimidas con gases lacrimógenos y fuego real, están siendo utilizadas como moneda de cambio en los intereses del régimen criminal de Turquía, cuyo Gobierno presiona a la UE con la apertura de sus fronteras como medio para que apoye su agresión a Siria.
Ni siquiera la lógica capitalista es capaz de justificar la retención ilegal de personas en las fronteras del capital. Mientras que países como Alemania alertan desde hace años de la necesidad de mano de obra extranjera para poder mantener la producción y sostener el sistema público del bienestar, se cierran las fronteras y se mantienen campos de concentración de personas, los cuales creíamos erradicados hace años.
En el Estado español llevamos años denunciando la falta de medios y voluntades políticas para acoger solidaria y justamente a las personas migrantes. Estas personas sufren una vulnerabilidad extrema que las empuja a las garras de las mafias, que no tienen escrúpulos en traficar y lucrarse con el tráfico de personas destinadas a la explotación laboral y sexual. Los Centros de Internamiento de personas son auténticas cárceles que denunciamos continuamente.
Desde CGT nos unimos al clamor internacionalista por el cierre de los CIE, la apertura de las fronteras y el respeto a los derechos humanos fundamentales. Exigimos al Estado español, así como a la Unión Europea, que respete los derechos humanos y la legalidad humanitaria internacional. Y por último, exigimos el cese de la violencia de Estado por parte de los cancerberos de la Europa-Fortaleza.
Hacemos un llamamiento a la movilización y la protesta, para sacar de la invisibilidad en los medios de comunicación generalistas, a las personas que están siendo masacradas por el gobierno griego, entre ellos también las personas voluntarias y activistas que atienden a las personas refugiadas, así como a los y las periodistas que denuncian esta situación. Los grupos fascistas campan a sus anchas con el beneplácito del Gobierno griego y su policía en Lesbos y la frontera con Turquía.
¡Abajo los muros de las fronteras!
Por el cese de la violencia en Grecia contra las personas encerradas en los campamentos de refugiadxs.
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